En España, el aumento es del 58,38%. La cifra ha superado en 951 las del año pasado. Las comunidades que han registrado un mayor número son Andalucía y Castilla y León
Las agresiones a enfermeras españolas se han disparado en 2022, con 2.580 incidentes, un 58,38% más que un año antes, según ha hecho saber el Consejo General de Colegios Oficiales de Enfermería (CGE).
Según datos del Observatorio de Agresiones del CGE, este aumento de agresiones (en 2021 hubo 1.629 incidentes) se justifica en la mayor concienciación por parte de las víctimas para denunciar y a una mayor sensibilidad a la hora de registrar los datos por parte de las comunidades autónomas.
Florentino Raya, presidente del CGE, ha afirmado que las enfermeras tienen que lidiar todos los días "con una presión asistencial brutal debido al déficit crónico de profesionales" y ha denunciado la necesidad de 100.000 enfermeras más (actualmente hay 336.000) para que España esté a la altura del resto de países europeos.
Raya hace especial hincapié en que los profesionales no tienen por qué soportar ni vejaciones ni agresiones y ha pedido "tolerancia cero" con la violencia, tanto verbal, como física.
El presidente del CGE ha hecho un llamamiento a los políticos para buscar una solución a los problemas en este sector. A los ciudadanos les pide que erradiquen estos comportamientos violentos y apela a la intervención ciudadana en el caso de presenciar una situación de violencia.
Según los últimos datos del Observatorio, de las 2.580 agresiones, Andalucía es la comunidad que ha registrado un mayor número (728), seguida de Castilla y León (317), País Vasco (315), Baleares (268) y Galicia (188). Las comunidades que menos agresiones han notificado son Cataluña (18), Canarias (11), Cantabria (8), Extremadura (1) y la ciudad autónoma de Ceuta (3) y Melilla, cero.
El CGE ha esclarecido que los datos del Observatorio proceden de lo que notifican los colegios provinciales de Enfermería, y de otras instituciones a nivel autonómico. Desde el CGE destacan que estos datos no reflejan la totalidad de las agresiones, ya que hay una "infranotificación de los incidentes violentos en los centros sanitarios, especialmente cuando se refieren a insultos o amenazas, que no se denuncian".
Y recuerda el CGE que una agresión, ya sea verbal o física, supone mucha frustración, puede acabar en baja laboral o afectar al desarrollo normal de la actividad ya que genera un sentimiento de autoculpa, que finalmente acaba en estrés y ansiedad y repercute en la calidad de la asistencia sanitaria.