Tomás-Loba (UMU): "fue una decisión política y económica, no todos los países en el mundo hacen esto, deberíamos tener siempre el horario de invierno"
A partir de este domingo y hasta el último fin de semana de octubre regirá el horario de verano. Esta madrugada hay que adelantar los relojes que no estén conectados a Internet. A las dos de la noche serán las tres por imperativo comunitario.
La Comisión Europea considera que el cambio horario contribuye a reducir el consumo de energía y tiene ventajas sobre el transporte, las comunicaciones, la seguridad vial, las condiciones de trabajo y los modos de vida, un principio este último que no comparten los expertos de la salud.
Antonia Tomás-Loba, jefa del grupo ritmo circadiano y cáncer de la Universidad de Murcia, subraya los perjuicios para la salud que tiene el cambio. "No hay ningún beneficio, fue una decisión política y económica, no todos los países en el mundo hacen esto, deberíamos tener siempre el horario de invierno". asegura la doctora.
El cambio de horario tiene impacto en nuestra salud. Para minimizar los efectos de la somnolencia que produce el adelanto de la hora Tomás-Loba sugiere ser férreos con los horarios: "siempre que se pueda hay que hacer deporte por la mañana, hay que tomar dos horas el sol y por la noche hay que cenar antes de las nueve, a esa hora la melatonina está perfecta, hay que evitar la luz cenital y apostar por las cálidas". Dos de cada cuatro personas tienen dificultades con el sueño, aunque no hay estadísticas que indiquen cuándo se incrementa la incidencia de estos problemas durante las semanas o meses siguientes a los cambios horarios.
