La Asociación de Familiares de Niños con Cáncer en la Región pone a disposición de los menores todos los días dos educadores y voluntarios para hacer su vida en la Arrixaca más llevadera
El ocio y el juego en el hospital es una necesidad para los niños que tienen que pasar largas temporadas ingresados. Es lo que opina el presidente de la Asociación de Familiares de Niños con Cáncer en la Región, Francisco Palazón.
Este sábado se celebra el Día del Niño Hospitalizado, con el fin de reconocer a estos pequeños valientes que enfrentan su enfermedad ingresados en hospitales, así como a sus familias, voluntarios y profesionales de salud que los acompañan, curan y cuidan todos los días. En la Arrixaca los actos se adelantaron al viernes.
Palazón reconoce que en los últimos años, gracias a los avances tecnológicos y médicos, se ha logrado mejorar los tratamientos pediátricos, extendiendo así la calidad de vida de los niños. Afacmur cuenta con dos educadores y voluntarios que atienden a los niños en la Arrixaca en horario de mañana y de tarde.
El principal caballo de batalla para los menores durante su estancia hospitalaria es el aburrimiento.
Francisco Palazón reconoce que la actividad con los pequeños en la Arrixaca que se suspendió duranta la pandemia y se recuperó hace un año fue muy negativa para los menores hospitalizados. La Arrixaca cuenta con salas de esparcimiento para niños, padres y adolescentes.
Ante la situación de hospitalización de un menor, el entorno familiar sufre un profundo y duro cambio en sus rutinas y necesidades. El día a día se convierte en un obstáculo que se suma a la preocupación por la enfermedad del niño que necesita tratamiento, muchas veces en lugares alejados de su hogar.
Junto al cáncer, existen otras patologías como cardiopatías, traumatología, neurología e incluso enfermedades raras, que necesitan también atención hospitalaria durante periodos prolongados.
La Sala Familiar Ronald McDonald Arrixaca se integra en el servicio de Pediatría del Hospital Área I y se suma a la primera Sala Familiar que abrió sus puertas en 2018 en el Hospital Universitario La Paz y a la Sala Familiar situada en el Hospital Vall d’Hebrón de Barcelona.
Ocupa 160 metros cuadrados y destaca por su diseño alegre y funcional y por ella han pasado desde su apertura 350 familias murcianas.