La entrada en vigor de la LOSU hace que los profesores asociados se enfrenten a una situación de incertidumbre y no creen justo tener que presentarse a un concurso para tener contrato indefinido
Los profesores asociados de la Universidad de Murcia (como los del resto de las universidades públicas del país) se enfrentan a una situación de incertidumbre derivada de la entrada en vigor de la nueva Ley Orgánica de Universidades. La asociación que agrupa a algunos de ellos considera injusto que la norma les obligue a presentarse a un concurso para conseguir un contrato indefinido; el sindicato CCOO recuerda que esa situación ya se ha resuelto con éxito en otras administraciones mediante concursos de méritos en los que se primaba especialmente la antigüedad en el puesto.
Es el punto en el que se registra la principal discrepancia entre estas dos organizaciones. Lola Gracia, de la Plataforma de Profesores Asociados de la UMU, no cree justo que la ley les obligue a volver a competir por un contrato indefinido.
Piedad Fernandez, representante de CCOO en la Junta de Personal Docente e Investigador, insiste en que el proceso tiene necesariamente que cumplir con los principios de igualdad, mérito y capacidad. Otra cosa es que en los baremos que empezarán a negociar a la vuelta de vacaciones los sindicatos tratarán de primar el criterio de antigüedad, como ya se ha hecho en otros procesos similares.
Piedad Fernández cree que el verdadero peligro para los asociados no vendrá de la aplicación de la LOSU, sino de las estrecheces económicas a las que se enfrenta la Universidad de Murcia. Hoy por hoy, dice, no se atreve a descartar una reducción apreciable de la oferta de grados y de la calidad de la docencia, aunque ya avisa de que un proceso así se encontrará siempre con la oposición de CCOO.
En lo que están plenamente de acuerdo Comisiones y la Plataforma de Profesores Asociados es en la necesidad de garantizar un salario digno. Desde la Plataforma, Lola Gracia dice que no sólo cobran poco, sino que tampoco tienen acceso al plan de medidas sociales de la Universidad.
La LOSU, recuerdan desde CCOO, pretende evitar el abuso que tradicionalmente se ha hecho de la figura del profesor asociado, delimitando sus funciones y reduciendo su actividad docente a un máximo de doce créditos. La pelea está en conseguir, como ya se ha hecho en Valencia, que la reducción de horas no lleve aparejada una disminución proporcional del salario. Aunque para los profesores asociados la Universidad sea una segunda actividad, sus retribuciones deben ser dignas.