La disminución de caudales que llegan del Tajo afecta a las comunidades de regantes más infradotadas. En Librilla riegan gracias a que están adelantando agua del mes de octubre procedente de la desaladora de Torrevieja
Los regantes del Valle del Guadalentín están ya varios días sin agua del Trasvase. Se les han terminado las reservas y los envíos de los últimos meses, de 7´5 hectómetros para repartir entre todo el territorio del sureste, hacen que sus dotaciones sean más bajas de forma que no pueden atender la demanda de riego. Un ejemplo lo encontramos en la comunidad de regantes de Librilla donde ya están adelantando agua del mes de octubre procedente de la desaladora de Torrevieja.
La disminución de caudales que llegan del Tajo, afecta a las comunidades de regantes más infradotadas, a las que menos tecnología de riego tienen, ahí están las del Guadalentín, y entre ellas la de Librilla que lleva un mes sin agua, y está subsistiendo gracias a las compras de agua desalada. Francisco Prudencio, presidente de la Comunidad de Regantes de Librilla.
Agua que se está suministrando a cuenta del próximo año hidrológico, es decir correspondiente a octubre. Esos adelantos están permitiendo que unos 100 comuneros, sobre todo de cítricos, estén pudiendo atender mínimamente sus demandas, pero si no llueve el 1 de octubre tendrán que cortar el suministro
La Comunidad está inmersa en el proceso de modernización del sector 1 de regadío con 15 millones de euros de inversión a financiar con SEIASA, la Sociedad Mercantil Estatal de Infraestructuras Agrarias, o con entidades financieras privadas. Un proceso que, pierde sentido, sin suministro garantizado de agua
La situación de los regantes de Librilla es compartida en zonas como Alhama de Murcia o Totana, donde el agua del trasvase, en nivel 3, llega, cuando lo hace, a cuentagotas.