Se calcula que el tamaño medio de la vivienda lorquina, entre 80 y 100 metros cuadrados, podría albergar hasta ocho personas. Un número superior llevará a la comprobación física y a inspeccionar la habitabilidad
El Ayuntamiento de Lorca ya aplica la nueva ordenanza reguladora de la gestión del padrón municipal, con la que quiere evitar fraudes y hacinamientos y poner coto al mercado negro creado alrededor de los empadronamientos.
El texto no tiene precedentes en la Comunidad Autónoma, e incluye como principal novedad la posibilidad de establecer inspecciones policiales para verificar los empadronamientos en viviendas y, en caso de incumplimiento de la norma, aplicar sanciones.
Esa labor de comprobación física se podrá realizar cuando en una misma vivienda se empadronen más de ocho personas, y servirá para constatar que residen realmente en ella y evaluar las condiciones de habitabilidad de la casa y si son adecuadas al número de habitantes.
Ocho es la media que los servicios jurídicos del ayuntamiento han estimado como cifra máxima para una vivienda de entre 80 y cien metros cuadrados, las dimensiones más habituales en Lorca.
El régimen sancionador para empadronados o dueños de viviendas contempla multas de entre 750 y 3.000 euros, en función de la gravedad de la infracción.