Las altas temperaturas y la globalización son las principales causas del aumento de esta especie invasora, explica Jorge Galván, director general de la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental
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El cambio climático ha ampliado el tiempo de reproducción de esta especie invasora y esto es más evidente en regiones como el sureste español donde las altas temperaturas se alargan más allá del verano, según Jorge Galván, director general de ANECPLA, la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental.
Desde ANECPLA insisten en la necesidad de aplicar tratamientos preventivos. activar sistemas de alerta por parte de organismos públicos y anticiparse a los focos de estos insectos que desarrollan parte de su ciclo larvario en el agua. El responsable de la patronal de control de plagas explica que en los tratamientos preventivos se utilizan insecticidas de origen biológico, compuestos por una bacteria inocua para el medio ambiente y los seres humanos.
A nivel doméstico, la asociación recomienda medidas para evitar la propagación: vaciar el agua de los platos de las macetas; renovar el agua de las piscinas de plástico y cubrirlas cuando no se utilicen; mantener limpios canalones y desagües y evitar acumulaciones de agua; cambiar frecuentemente el agua de los bebederos de los animales domésticos o cubrir cualquier objeto que pueda acumular agua.