Quince testigos del incendio en Teatre y Fonda Milagros han aportado ya a la Policía Nacional información de lo que vieron esa noche
EFE | REDACCIÓN
Quince testigos de la tragedia ocurrida el pasado domingo en Murcia han acudido desde el pasado lunes hasta hoy a la Comisaría del Carmen a aportar toda la información necesaria que pueda ayudar a la investigación de la causa de los incendios de las discotecas Teatre y Fonda Milagros en las que fallecieron 13 personas.
Según fuentes policiales, las tomas de declaración de testigos y familiares de las víctimas tendrán lugar durante varios días, dado que además de las personas a las que en el lugar de los hechos se les tomaron los datos se están sumando otras que voluntariamente acuden o las que la policía ha localizado en redes sociales que estuvieron en el lugar.
El murciano Jorge Belmonte, que estaba en la discoteca Teatre cuando se inició el incendio, poco antes de las 6 horas de este domingo, ha dicho este miércoles a EFE tras prestar declaración ante la Policía Nacional que alrededor de "30 ó 40" personas estaban en la pista de baile de la sala cuando se desató el fuego, y que la tragedia hubiera tenido consecuencias mucho más graves si el incendio se hubiera producido dos horas antes.
Belmonte, una de las quince personas que han pasado esta mañana por la comisaría murciana de El Carmen para aportar datos a los investigadores sobre las circunstancias en las que se inició el incendio, ha alabado la labor de los vigilantes de seguridad de Teatre, que llevaron a cabo con éxito la evacuación de los clientes y colaboraron en los primeros momentos del incendio con extintores.
Además, ha opinado que el fuego no se pudo originar por los cañones de fuego frío que había a cada lado de la mesa del DJ, como asegura la gerencia de la anexa Fonda Milagros. Los cañones de fuego frío lanzan unas llamas similares a las bengalas y, según Francisco Adán, el abogado de Fonda Milagros, podría haber sido la causa del incendio, en el que fallecieron 13 personas y 24 resultaron heridas.
Ha añadido que se encontraba en la pista de Teatre, en frente del DJ, cuando vio cómo un portero corría por la zona de palcos de la discoteca en el piso superior.
También ha explicado que los cañones de fuego frío estaban funcionado de forma intermitente pero que el humo venía de unos dos o tres metros más atrás, al otro lado del tabique de placas de yeso laminado que separaba Teatre de la Fonda Milagros. “Yo trabajo en restaurantes de celebraciones y ese tipo de pirotecnia no quema. Esa no pudo ser la causa del incendio”, ha aducido.
Belmonte había reservado un palco junto con su pareja y tres amigos más en Teatre, pero al acabar la noche decidieron bajar a la pista, “donde sobre las 5.55 horas quedábamos unas 30 o 40 personas”, ha informado. “Si la discoteca llega arder dos horas antes, con la cantidad de gente que había, no quedamos ni uno”, ha apostillado.
Igualmente, ha subrayado que él no notó el calor de las llamas, aunque el humo ya empezaba a vislumbrase por el falso techo que comunicaba Teatre y La Fonda Milagros, y ha remarcado que los porteros “actuaron muy bien y evacuaron a la gente con rapidez”. Belmonte también ha apuntado que cuando ya llevaban un rato fuera aún seguía saliendo gente de Fonda Milagros
María Belén Sánchez, una joven murciana que se encontraba en la discoteca Teatre, ha dicho a los periodistas que durante toda la noche tenía frío por la fuerza del aire acondicionado, pero que a partir de las cinco de la mañana sintió un calor muy intenso y decidió irse a su casa entre las cinco y media y seis menos veinte.
Esta chica se encontraba con otra amiga y que "no pararon de dar saltos" bailando en la sesión de los pinchadiscos, pero ella fue a la barra del bar sobre la que caía un chorro del aire y allí se dijo "me voy a salir porque aquí hace mucha calor. Me estoy agobiando". Al llegar a su casa la amiga le mandó un mensaje diciendo que había un incendio en la discoteca. Afortunadamente, comentó, a las cinco de la madrugada se había ido la mitad de la gente porque los pinchadiscos habían terminado ya.
Otros testigos han coincidido en el mismo testimonio de que por los conductos del aire acondicionado incluso se pudieron ver salir llamas, añadieron las fuentes policiales.
En el interrogatorio policial se intenta averiguar además si los asistentes han podido percibir cómo eran las condiciones de seguridad de la sala, y además de narrar el momento exacto entre las 5 y las 6 de la mañana en que pudo originarse el fuego, cómo transcurrió el resto de la noche, porque toda información que aporten puede ser relevante para los investigadores.