Las rachas de viento han alcanzado los 112 kilómetros por hora
PATRICIA JIMÉNEZ | REDACCIÓN
Las altas temperaturas registradas esta tarde en el Altiplano han dado lugar a lo que se conoce como reventones térmicos con fuertes rachas de viento seco y caliente de hasta 112 km/h., y ha provocado numerosas incidencias en Yecla y Jumilla, en viviendas, carreteras, y también en la agricultura.
#OLADECALOR Reventón térmico debido a las altas temperaturas de esta tarde en el Altiplano
— Onda Regional (@ORMurcia) July 11, 2023
Vídeo: CEDIDO pic.twitter.com/uQK0yGvpSu
En la Nacional 344 en el acceso a Jumilla desde la autovía de Blanca-Yecla ha caído un árbol de grandes dimensiones cortando la circulación. Mantenimiento de carreteras de la Región de Murcia en la retirada del mismo que ha atravesado la Nacional 344, en el km 63. El árbol no ha aguantado las fuertes rachas de viento provocadas por el reventón cálido y el tráfico permanece cortado en ambas direcciones.
#OLADECALOR Las altas temperaturas de esta tarde en el Altiplano han dado lugar a fuertes rachas de viento. En la Nacional 344 en el acceso a Jumilla desde la autovía de Blanca-Yecla ha caído un árbol de grandes dimensiones cortando la circulación
— Onda Regional (@ORMurcia) July 11, 2023
Foto: @tiempo_jjperez pic.twitter.com/evJfSa8HmB
Además, en Yecla, servicios de emergencias trabajaban en la retirada de algunos árboles y carteles en las carreteras de Almansa, Villena y Fuente Álamo. En la avenida Pablo Picasso de Yecla, el techo de una casa ha resultado dañado tras caerle encima una estructura metálica de otra vivienda.
El sector agrícola también ha salido damnificado. Esta semana comenzaba en Jumilla la recogida de la pera ercolini y según las primeras estimaciones, el viento ha arrancado del árbol entre un millón, millón y medio de kilos de pera.
Los expertos advierten que estos reventones son especialmente peligrosos para los incendios forestales. Suelen ser cortos, apenas duran unos minutos, pero quien los ha sufrido los recuerda.
Los reventones térmicos suelen producirse al finalizar el paso de un frente tormentoso, por lo que en muchas ocasiones van acompañados de aparato eléctrico, lo cual los convierte en el cóctel perfecto para producir incendios forestales, según indica Ginés Mirón, meteorólogo de Ametse.