Un grupo de manifestantes, encabezado por el presidente regional de VOX en la Región de Murcia, José Ángel Antelo, se han congregado a las puertas de la sede socialista con banderas españolas y lanzando proclamas
La concentración de protesta contra la amnistía que se repetía en la noche del jueves ante la sede del Partido Socialista en la calle Princesa de Murcia fue notablemente menos numerosa que la del martes pasado y también menos intensa. Hubo no obstante gritos para todos: contra Puigdemont y Sánchez, por supuesto; pero también contra la prensa y contra el rey Felipe VI.
Gritos que provenían casi siempre de un mismo grupo de manifestantes, los más radicales, que llegaron a protagonizar algún enfrentamiento con parte de los asistentes que les afearon el sentido de sus cánticos. Ellos respondían asegurando que esa actitud "tibia" era la responsable de que la situación haya llegado a este punto.
Entre los concentrados, una idea compartida: la movilización en las calles es la única respuesta posible para detener lo que interpretan como un ataque a la Constitución y al Estado de Derecho, porque la mayoría dice no confiar en un Tribunal Constitucional "controlado" por el PSOE ni, en general, en la justicia:
Más discreta fue también la participación de representantes de VOX, aunque por el lugar se dejaron ver el presidente regional, José Ángel Antelo, el portavoz parlamentario Rubén Martínez Alpañez y el portavoz municipal Luis Gestoso. Antelo volvía a insistir -como ya había hecho por la mañana- en la necesidad de que sea el Consejo de Gobierno el que convoque movilizaciones "institucionales" contra la amnistía:
Agentes de la Policía Nacional cargaron contra los manifestantes más violentos en la confluencia entre la calles Marqués de Urquijo y Ferraz, donde este jueves se concentraron contra la amnistía unas 8.000 personas, según Delegación del Gobierno de Madrid.
Se han escuchado disparos al suelo para disolver a los manifestantes más radicales que han intentado traspasar las vallas y que, tras la respuesta policial, se han dispersado pero se mantienen en la zona, donde han tirado varios contenedores. Mientras tanto, otro grupo de manifestantes ha iniciado una sentada en la calle Marqués de Urquijo.
La tensión ha comenzado a aumentar desde las 22.00 horas en la concentración, en la que los participantes más radicales, que en su mayoría llevaban la cara cubierta, han lanzado objetos aislados, petardos y botes vacíos, una violencia que ha sido condenada por los manifestantes pacíficos.
También han aparecido algunas bengalas a lo largo de la protesta ante la sede del PSOE, que ha arrancado a las 19.00 horas y en la que los más violentos han protagonizado otros momentos de tensión al sacudir las vallas del cordón policial.
Antes de ello, la manifestación, que se ha dividido en dos zonas, ha transcurrido con normalidad. En una zona ha quedado las personas de mayor edad y al frente de la concentración, junto a las vallas colocadas por la Policía, se han situado en su mayoría jóvenes, muchos de ellos con el rostro cubierto. Este grupo ha empezado a provocar a los agentes.
La Policía ha dispuesto un importante cordón para proteger la sede socialista, ante la que los manifestantes, que han portado banderas de España o de la Unión Europea, han coreado cánticos como "Puigdemont, a prisión", "Que te vote Txapote" o "Sánchez traidor".
También se han escuchado pitos, caceroladas y gritos contra la monarquía y contra la prensa a lo largo de esta manifestación que es la más numerosa de las celebradas en los últimos siete días.
El líder de Vox, Santiago Abascal, ha acudido a la concentración, a la que también se han sumado una buena parte de las 1.500 personas que a las 19.00 horas se han manifestado ante la sede del Parlamento Europeo en el Paseo de la Castellana en Madrid para reclamar a Europa que frene la ley de amnistía que PSOE y Junts han pactado este jueves.