Son datos recogidos en la última encuesta de Facua sobre cómo han variado la cesta de la compra y los hábitos de consumo de los usuarios en los dos últimos años como consecuencia de la subida de precios
Tres de cada cuatro familias en España han tenido que reducir su gasto en productos y servicios para hacer frente a la subida del precio de los alimentos; son el 75 por ciento del total. Y no es que hayan reducido el gasto en asuntos superfluos. Estamos hablando de rebajas en el consumo de luz o de ropa y calzado para poder hacer la compra. Son conclusiones de la última encuesta de Facua sobre cómo han variado la cesta de la compra y los hábitos de consumo de los usuarios en los dos últimos años como consecuencia de la subida de precios. Esta organización exige al gobierno que intervenga, investigue los abultados márgenes de beneficios de las grandes distribuidoras.
Solo el 25 por ciento de los encuestados señala que no ha tenido que privarse de ningún servicio. La presidenta de FACUA-Consumidores en Acción, Olga Ruiz, ha destacado que las familias tienen que prescindir de productos de primera necesidad para poder llenar la cesta de la compra.
El 10 por ciento asegura haber dejado de consumir pescado definitivamente, también se reduce de forma significativa el consumo de fruta y verduras frescas y la carne de pollo. Un 63 por ciento de los encuestados reconoce que ha tenido que sustituir algunos alimentos por otros de peor calidad. A la cabeza, el aceite de oliva. La conclusión, de la presidenta de Facua, es que las familias ven cómo empeora la calidad de su alimentación.
Facua lanza críticas duras al Gobierno. Dicen que las medidas no están siendo efectivas y pone como ejemplo la bajada del IVA que, aseguran, está siendo absorbida por el incremento de beneficios de las grandes distribuidoras. Olga Ruiz asegura que el Gobierno debe intervenir los precios, investigar esos incrementos de beneficios y sancionar.