Debido a una mayor convivencia con los agresores, las épocas vacacionales suponen un notable aumento de los casos de violencia de género
JUDIT LÓPEZ PICAZO
La violencia machista se ha cobrado catorce vidas en nuestro país desde el inicio del verano, según los datos que maneja el Ministerio de Igualdad. Y es que el verano es una época de mayor riesgo para las víctimas, debido al aumento del tiempo de convivencia con los agresores.
Desde que se cuenta con registros oficiales, 2003, es habitual que los meses más cruentos en materia de violencia de género sean los que coinciden con periodos vacacionales. Así, el mes que más casos suma es julio, con 132 desde 2003, seguido de junio y agosto, con 117 y 115, respectivamente, y diciembre, con 112.
El inicio del mes de julio nos deja un reguero de asesinatos. Entre el 29 de junio y el 5 de julio se contabilizan ocho víctimas mortales, que incluyen a cinco mujeres, a la madre de una de ellas y a los dos hijos menores de otra, de cinco y ocho años. El segundo fin de semana del mes se produjeron cinco casos más: dos en la Comunitat Valenciana, dos en Cataluña y uno en Madrid.
Así, en lo que llevamos de año, el recuento de víctimas asciende a 23 y desde 2003 la cifra se sitúa en 1.270. Los menores también suponen una parte relevante en este cómputo, pues, desde 2013, 62 niños y niñas han sido víctimas mortales y otros 450 han quedado huérfanos como consecuencia de crímenes machistas.
Desde 2017, cuando el Ministerio del Interior comenzó a publicar datos específicos en materia de delitos sexuales, el único año en que no se registraron más casos que en el anterior fue 2020, debido a la pandemia. A excepción de ese singular lapso de tiempo, las agresiones sexuales han aumentado a cada año en España.
A nivel nacional, el pasado año se contabilizaron un total de 21.825 agresiones sexuales, cifra que supone un 14,8 por ciento más que los cometidos en 2022. Nueve de cada diez víctimas han sido de sexo femenino. Así lo reflejan los datos del Informe de Delitos contra la Libertad Sexual del Ministerio del Interior correspondiente a 2023, que se ha hecho público este viernes 5 de julio.
Las mayores tasas de violencia sexual por edades se sitúa entre la franja de los 18 a los 30 años en mujeres y de 0 a 13 en varones. En el ámbito de la ciberdelincuencia sexual sobresalen los datos sobre delitos de contacto con fines sexuales con menores de 16 años, pues en esta tipología ocho de cada diez casos son menores de edad.
La Comunidad con más casos registrados es Cataluña, con 4.361, seguida de la Comunidad de Madrid, con 3.066, y la Comunidad Valenciana, con 2.575. En novena posición se encuentra la Región de Murcia, con 721, cifra que supone caso un centenar más de casos que en el 2022, 620.
El primer caso registrado este verano tuvo lugar el 28 de junio en Fuengirola, Málaga. Petra, de 76 años, fue asesinada por su pareja, quien intentó suicidarse tras haber estrangulado a su mujer.
No habían pasado ni siete horas cuando se produjo otro caso en Andalucía, esta vez en Zafarraya, un pueblo granadino. La expareja de Laura acabó con su vida y con la de su madre, María Angustias, y después se suicidó. Las víctimas tenían 20 y 49 años, respectivamente.
Ese mismo sábado, la expareja de Ammal, de 30 años, la asesinó a ella y a sus dos hijos, de cinco y ocho años, en Las Pedroñeras, Cuenca. El agresor tenía una orden de alejamiento y ya había sido condenado por violencia de género con anterioridad.
El 5 de julio hubo otros dos asesinatos. En Villena, Alicante, Rosi, de 67 años, fue asesinada por su marido, quien después se suicidó, y en Antequera, Málaga, la víctima fue una mujer cubana de 50 años cuya identidad no ha trascendido al ojo público.
Concluye la primera ráfaga de asesinatos machistas el 6 de julio con el caso de Susana, de 48 años, en Ejea de los Caballeros, Zaragoza, que se saldó con la detención de su marido.
Apenas una semana después comenzó otra ráfaga de sucesos machistas. El primero ocurrió el sábado 13 en Buñol, Valencia, cuando una mujer española de 31 años murió, presuntamente, a manos de su pareja, un hombre con denuncias previas, tanto de la víctima como de una anterior pareja, que una vez detenido trató de huir y en el intento logró embestir a dos agentes de la Guardia Civil.
Horas más tarde, se produjo el caso de una mujer de 29 años y residente en Madrid. El presunto agresor, de 30 años, fue detenido. En el mismo día un anciano de 86 años que ostenta denuncias previas por maltrato habría asesinado a su mujer, de 76, en Salou, Tarragona.
El domingo se perpetraron dos crímenes más. Una mujer rusa, de 36 años, fue asesinada en Alicante y su agresor se suicidó tras el acto. Otra mujer de 30 años fue atacada con arma blanca, supuestamente, por su expareja y en presencia de sus hijas. Este caso ocurrió en Sabadell, Barcelona, y el hombre fue detenido por los Mossos, aunque aún no ha concluido la investigación.