Francisco Cano, portavoz de la Asociación Francisco de Vitoria, atribuye la decisión a la desmesurada carga de trabajo que soportan
Un estudio de la Asociación de Jueces Francisco de Vitoria revela que cuatro de cada diez jueces que se jubilaron en España el año pasado lo hicieron de forma voluntaria o anticipada. Es la consecuencia, en opinión del portavoz de la Asociación en Murcia, Francisco Cano, de una carga de trabajo desmesurada que perjudica la eficacia de la Administración de Justicia y que exige, para ser resuelta, de una notable ampliación del número de plazas que el Ministerio convoca anualmente.
Dice Cano que el esfuerzo acumulado a lo largo de los años es tan intenso que muchos jueces renuncian a continuar en su puesto aunque eso conlleve la pérdida de una pequeña parte de su pensión. No es raro, si tenemos en cuenta que en una región como Murcia sólo hay 150 jueces, cuando la cifra ideal, en función de nuestra población y de la tasa de litigiosidad, debería rondar el doble. Las consecuencias de esa escasa dotación de magistrados las vemos, dice Cano, en los retrasos que sufren muchos casos y en el alto número de condenas atenuadas por el efecto de esas dilaciones indebidas.
La solución pasa, asegura el portavoz de la Asociación Francisco de Vitoria, por aumentar el número de plazas. Este próximo domingo se celebra el primer examen de la oposición de este año, en la que habrá alrededor de 4 000 candidatos para 200 plazas. Es evidente, nos dice, que no faltan aspirantes, pero el Ministerio insiste en mantener una oferta insuficiente siquiera para cubrir las jubilaciones que se van a producir en el transcurso de la próxima década.