Esta especie invasora se reproduce con gran facilidad y tiene una gran capacidad destructora que arrasará las plantaciones más próximas a los canales de agua dulce
El coipú amenaza con convertirse en un problema para la cuenca del Segura, en la que ya se han empezado a detectar algunos ejemplares. Se trata de un animal herbívoro, que puede pesar hasta ocho o nueve kilos y que, por su apariencia es una especie de mezcla entre rata y castor o nutria.
Llegaron a Europa desde sudamérica para alimentar a la industria peletera, pero ahora se han convertido en una especie invasora que se encuentra en Francia y que en nuestro país ya plantea problemas importantes tanto en el País Vasco, como en Navarra y en Cataluña.
Jordi Ruiz Olmo, responsable de especies invasoras en el departamento de Acción Climática de la Consejería de Medio Ambiente de la Generalitat de Cataluña, explica que allí crearon hace unos años un grupo especializado en la captura de coipús, que a lo largo del año pasado capturó o mató a más de 1.600 ejemplares.
Ruiz Olmo es contundente: si han aparecido ejemplares de coipú en la Vega Baja del Segura hay que acabar con ellos lo antes posible: "Tenéis un cosa a favor. El Segura no es muy grande. Y cada minuto cuenta y se reproducirán mientras haga buen tiempo. Y cada nueva camada os va alejando del objetivo. Nuestro consejo es que empecéis hoy mismo".
La velocidad de reacción es importante porque esta es una especie que se reproduce con mucha facilidad y puede tener más de una veintena de crías al año. Además, su capacidad destructiva es grande: son animales relativamente grandes, que no hibernan y que necesitan una cantidad más que notable de alimento.
En la provincia de Girona, en la se concentra el mayor problema en Cataluña, han producido daños en arrozales y en frutales; en Murcia, dice Ruiz Olmo, no dudarían en arrasar cultivos de hortalizas en las zonas más próximas a los canales de agua dulce.