Marco Martínez ha señalado a los medios de comunicación que en ningún momento ha estado en busca y captura y ha lamentado el terrible suceso
Sigue el juicio por el incendio de las discotecas de Atalayas en el que murieron 13 personas. Hoy tenía que testificar ante la jueza Marco Martínez, propietario de la discoteca Teatre, según la investigación policial. Asegura que él estaba completamente desvinculado de este local y ha negado además, que estuviera en busca y captura.
Marco Martínez es, según la investigación policial, el propietario real de Teatre, aunque este es un extremo que su defensa niega. Según el relato de su abogado, Manuel Maza, Martínez arrendó la nave e invirtió en la misma alrededor de un millón de euros. La estuvo explotando durante 11 años, cuando decidió traspasarla, pero al tratarse de un coste muy elevado, la subarrendó a los actuales explotadores del negocio.
Asegura que tiene documentación para poder demostrar este relato que, sin embargo, no convence al abogado de las familias de dos de las víctimas, Pedro López Graña. En su opinión, está sobradamente acreditado que él era el auténtico dueño.
Maza ha explicado que "la única vinculación" de su cliente tanto con la discoteca 'Teatre' como con la otra sala afectada, 'La fonda Milagros', es "como arrendador de la nave que él en su día reformó para poder hacerla con esta finalidad como sala de ocio".
Según el abogado, "lo único" que ha hecho Marco Martínez "es pagar a los propietarios de la nave reformada" con el dinero que los explotadores de ambas discotecas, a su vez, le pagan. "Él no tiene nada que ver con la explotación, de tal forma que ni siquiera tenía conocimiento de que esa noche se iba a hacer la fiesta 'We Are Remember' ni la ha organizado, ni ha organizado absolutamente nada en ninguna de esas salas desde hace ya cinco años".
Por tanto, añade, su cliente "no es el dueño del local", sino unos hermanos. Ellos, ha afirmado, "son los que arrendaron a mi cliente y éste lo que hizo es modificar y, sobre una nave totalmente expedita, creó lo que es ahora la sala 'Teatre' y 'La fonda Milagros', haciendo para ello un esfuerzo económico enorme", que ha cifrado en un millón de euros.
Tras prestar declaración ante la jueza, ha señalado a los medios que en ningún momento ha estado en busca y captura y ha lamentado el terrible suceso. "Siento mucho lo que ha acontecido, ha sido un daño tremendo para todos. Cuando yo creé esta sala, con mucha ilusión, fue para crear un espacio de divertimento", ha comentado.
Respecto a su estancia en el Caribe en los últimos meses, Maza ha sostenido que su cliente "tiene negocios allí", pero eso no le ha impedido estar a disposición de la Justicia. De hecho, ha dicho, "se encontraba en España en el momento de la sucesión de los hechos", aunque no en las discotecas, "porque no tenía vinculación".
"En el momento que lo supo estuvo aquí y estuvo a disposición de la Policía y de quien pudiese llamarlo, pero tuvo que atender sus negocios en el extranjero y viniendo aquí en el momento que fue requerido por la policía. Él va a estar aquí cada vez que sea requerido y en cualquier momento a disposición, tanto de la justicia como de la policía, como de quien pueda ser llamado con respecto a este asunto", ha aclarado el abogado.