Los sacerdotes están obligados a presentar un certificado de penales, y en las catequesis las puertas deberán estar abiertas o con cristales
Todos los sacerdotes de la Diócesis de Cartagena están obligados a presentar el certificado de penales para confirmar que no tienen antecedentes por delitos sexuales. Es una de las novedades del protocolo de prevención de abusos sexuales de protección de menores y adultos vulnerables presentado este lunes.
El documento ha sido redactado por una delegación episcopal creada al efecto, en la que participan profesionales de diferentes ámbitos: psicología , psiquiatría, jueces, médicos y terapeutas, además de los miembros de la Iglesia. Está en vigor desde el 28 de febrero y supone cambios, por ejemplo, en la manera de actuar con los menores.
El vicario judicial, Gil José Sáez, concretaba algunos puntos de la relación con los menores, y señalaba que "los menores que participen en la santa misa como monaguillos, etc..., se vestirán en la sacristía estando esta con las puertas abiertas". "En las catequesis, que las puertas estén abiertas o con cristales, porque estas cosas nos protegen a todos". "Las muestras de afectos hacia los menores deben hacerse con mesura", ha explicado.
El protocolo rige para los sacerdotes, religiosos de todas las órdenes y seglares relacionados con la iglesia, por ejemplo, los catequistas. El obispo de la Diócesis, José Manuel Lorca Planes, asegura que el protocolo tiene tres objetivos primordiales, que parten de la prevención para terminar en la reparación del daño hecho. "Con el propósito de que todos los que interactuamos en la Diócesis con menores de edad o con adultos vulnerables, nos tomemos con absoluta seriedad los pasos destinados a prevenir este crimen y actuar ante estos delitos y reparar o a aliviar las heridas que estos actos siempre producen en las personas, encomendé a los miembros de esta delegación episcopal la elaboración de un protocolo integral para la defensa de la dignidad de los menores y de los adultos vulnerables", ha explicado.
El vicario judicial, Gil José Sáez, señala también la obligación que tienen ahora los sacerdotes de presentar el certificado de penales que confirma que no tienen antecedentes de abusos sexuales.
El obispo confirmaba que , una vez que se detecta un caso, entre las medidas cautelares inmediatas está la de apartar al sacerdote mientras dura el proceso de investigación. "Se aparta y se le impide el ejercicio del ministerio hasta que no se descubra lo que ha ocurrido", ha explicado Lorca Planes.