Carecía de licencia para tal actividad y se encontraba en zona no autorizada para la pesca profesional
Un pescador furtivo ha sido denunciado tras ser sorprendido faenando sin licencia en una embarcación por aguas de una de las bahías de Águilas, en una zona no autorizada para la pesca profesional, y en la que trataba de capturar pulpos.
Fue localizado por agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) que desarrollaban labores de vigilancia para la prevención del furtivismo marítimo en aguas del municipio costero.
En uno de estos servicios, los agentes detectaron la presencia de una embarcación en la bahía de Levante, zona en la que no está autorizada la pesca profesional.
La persona que se encontraba en la embarcación fue identificada, comprobando que carecía de la correspondiente licencia administrativa para la pesca, si bien contaba con varias nasas –empleadas para la captura de pulpo– y dos redes de trasmallo de más de 100 metros de longitud.
El trasmallo es un arte de enmalle fijo al fondo, diseñado para la pesca corvinas, lenguados, sargos o lubinas, entre otros peces.
Las nasas son redes de pesca pasiva consistente en una pieza cilíndrica que se va estrechando en forma de embudo invertido, de manera que cuando la presa –principalmente crustáceos, peces y cefalópodos– entra en la red, su recorrido va dirigido hasta un depósito de donde es imposible salir.
En la Región de Murcia, el uso de este tipo de artes de pesca está regulado mediante la ley 2/2007 de 12 de marzo, de Pesca Marítima y Acuicultura.
La Guardia Civil ha decomisado la embarcación y las artes de pesca y ha tramitado los correspondientes informe-denuncia a la Dirección General de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Región de Murcia, competente en la pesca en aguas interiores, marisqueo y acuicultura, y encargada de la protección de los ecosistemas en los que se desarrollan estas actividades.
Las infracciones a la ley detectadas por el SEPRONA conllevan multas que oscilan entre los 300 y los 60.000 euros, dependiendo de su gravedad y pueden alcanzar los 300.000 euros para las muy graves.