Las organizaciones agrícolas comienzan a mantener contactos en la Región de Murcia y anunciará las primeras movilizaciones en los próximos días
El ministro de Agricultura, Luis Planas, ha convocado a las organizaciones profesionales agrarias mayoritarias, COAG, UPA y ASAJA, a una reunión en la sede de su departamento este viernes, 2 de febrero en un intento de frenar las protestas planteadas para las próximas semanas. Sobre la mesa: las consecuencias de la sequía y de la guerra de Ucrania; los costes de producción; la ley de cadena alimentaria y la simplificación y flexibilización del políticas agrarias europeas, entre otras cuestiones.
El presidente nacional de COAG, el lorquino Miguel Padilla, espera que en la reunión se tengan en cuenta sus reivindicaciones y se consiga alcanzar una posición de consenso para ponerles solución. Y ¿por dónde pasaría la solución? Pues dice Padilla que por cambios en las normativas europeas agrícolas que, en muchos casos, son prácticamente irrealizables, al tiempo que muy perjudiciales para el sector primario.
Mientras, ya empiezan a conocerse fechas para las movilizaciones. Las primeras tendrán lugar el 8 de febrero en Castilla-León. En la Región de Murcia, según nos ha explicado Marcos Alarcón, secretario general de UPA Murcia, ya han comenzado los contactos entre las organizaciones agrarias. El calendario se dará a conocer en los próximos días.
De momento, agricultores y ganaderos de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) participarán este jueves, 1 de febrero, en la gran tractorada convocada por la Coordinadora Europea Vía Campesina (ECVC) en las calles de Bruselas para reclamar ante las instituciones comunitarias el cese de acuerdos de libre comercio como Mercosur, entre otras cuestiones.
En concreto, cientos de tractores se concentrarán en la Plaza de Luxemburgo de la capital belga a partir de las 11.30 horas para reclamar a los máximos responsables de las instituciones comunitarias el cese de los acuerdos de libre comercio de la Unión Europea (UE) con terceros países, caso del Mercosur, que las importaciones cumplan las mismas normativas que las producciones agrarias europeas y una flexibilización y simplificación de la "costosa" carga burocrática de las normativas agrarias y medioambientales.