Una investigación demuestra que esta forma de riego permite "el menor uso de agua y fertilizantes", así como "una mayor absorción de nitrato", según señala el consejero de Medio Ambiente
La cebada regada con agua del acuífero del Mar Menor crece tanto como la cultivada con agua del trasvase y sus granos tienen la misma calidad para la producción de cerveza. La UPCT y Fundación Estrella Levante han llevado a cabo un estudio en el que demuestran que fertirregar cebada con agua de pozo es viable, desnitrifica y funciona como filtro verde para el Mar Menor.
Una de las principales conclusiones del ensayo experimental revela que la alta salinidad y la elevada concentración de nitratos, hasta 96 partes por millón, no afecta a este cereal, que, al retener el nitrógeno, ejerce de filtro verde para desnitrificar el agua de pozo.
Los investigadores han utilizado sensores de humedad, temperatura y salinidad, así como sondas de succión para medir la salinidad, un lisímetro de drenaje y la plataforma de digitalización IRRIMAN para conocer el estado hídrico del suelo y termometría infrarroja, a partir de imágenes captadas por drones para analizar la evolución del cultivo.
Los datos y el cultivo han sido mostrados esta mañana en la Estación Experimental Agroalimentaria Tomás Ferro al rector de la UPCT, Mathieu Kessler, y al presidente de la Fundación Estrella Levante, Ramón Agenjo así como al consejero de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor, Juan María Vázquez.
Vázquez ha resaltado que "es una combinación ganadora y permite el menor uso de agua, el menor uso de fertilizantes, y que incluso se demostró que tenía al final una mayor absorción de nitrato que el agua de trasvase con nitrato añadido".