Todavía hay un 80 % de economía sumergida en este sector, donde son mayoría las mujeres, y es difícil el acceso de la Inspección de Trabajo a los domicilios
La obligación de examinar los riesgos laborales en los domicilios con trabajadora del hogar es imposible de hacer cumplir. Los principales impedimentos son la gran presencia de economía sumergida y la negativa a que la Inspección de Trabajo pueda entrar a comprobar la situación en las viviendas.
El día 14 de noviembre era la fecha límite para realizar el chequeo en los hogares, tanto de riesgos físicos como emocionales, incluidas las medidas antiacoso o las instrucciones para actuar en caso de emergencia. El incumplimiento puede llevar aparejado sanciones, pero es difícil inspeccionar, según nos cuenta María Fernández de Maya, secretaria general de la Federación del Hábitat en Comisiones Obreras-Murcia.
El Ministerio de Trabajo ha facilitado una serie de cuestionarios guiados de modo gratuito a través de Internet llamados PREVENCIÓN 10. Sin embargo, todo queda al albur de la persona que emplea a la trabajadora. Nos encontramos todavía apenas con el 20 % de contrataciones en una profesión feminizada de personas en situación económica vulnerable.