La entrada al mirador
Buenas tardes,
Hoy nos hemos llevado el disgusto de saber que ha fallecido El Tío Juan Rita, Juan Tudela Piernas, que nació en Aledo el día de San Valentín de 1912, un par de meses antes de que se hundiera el Titanic, para que nos hagamos una idea de todo lo que ha vivido. El año pasado celebró sus 108 años en compañía del micrófono de onda regional que le acercó Carmen María Conesa. Eran tiempos sin coronavirus y Carmen y el alcalde de Aledo, su “nieto artístico”, pudieron apagar con él sus velas de cumpleaños.
El Tío Juan Rita es de una generación que ha sobrevivido a la gripe española, a la guerra civil y la posguerra de hambre y necesidades y a todas las crisis económicas y de todo tipo del siglo XX y lo que llevamos del XXI. Quizá de esto del confinamiento y las mascarillas se ha enterado poco porque ya estaba el hombre regular de salud, pero nosotros nos hemos acordado mucho de él durante estos meses. He estado haciendo memoria y creo que no he llegado a conocerle en persona, he hablado con él por teléfono y he escuchado y leído un montón de entrevistas suyas, como esa última de Carmen. Una de las cosas que llamaban la atención de él era su sencillez y sus respuestas demoledoras, de esas que solo puede darte alguien que ha vivido mucho y está de vuelta de todo.
Un periodista le preguntó una vez cuál era su secreto para estar vivo con más de cien años y él contestó: “no morirme”. Y además de ser una respuesta divertida, es una verdad como un templo. Muchas veces nos complicamos en exceso y la vida consiste en seguir vivo un día después de otro y disfrutarlo todo lo que podamos. De eso sabía mucho el Tío Juan Rita.
Ha sido reconocido como hijo adoptivo de Totana y tiene la medalla de Oro de la Región. Hemos podido ver exposiciones, escuchado sus discos y paseado por una plaza que lleva su nombre. Es de esas personas que ha sido querido y reconocido en vida y seguro, que ahora que no está, tendrá el recuerdo y el cariño de todos. Con ese cariño empezamos hoy en Mirador
MARTA FERRERO
