Consumo familiar. Luces y sombras del Bono Cultural Joven
T04C085
Con esa tarjeta se podrá disfrutar de experiencias y productos culturales con la siguiente distribución: 100 euros para productos físicos (libros, prensa o discos, entre otros), otros 100 para productos digitales (prensa digital, podcast, videojuegos en línea o plataformas de contenidos audiovisuales) y 200 euros para artes escénicas (teatro, ópera, cine, danza o museos). El saldo no podrá emplearse en gastronomía, tauromaquía, moda o cerámica.
Desde la Federación Thaderconsumo, el técnico José Rives nos recuerda que las compras sólo podrán realizarse en alguno de los 523 establecimientos adheridos a la iniciativa, por lo que no todos los jóvenes tendrán acceso a los mismos servicios culturales según el lugar de España en el que residan. Además, las más beneficiadas serán las empresas grandes, aquellas que tienen mayor implantación en todo el territorio nacional.
Otra crítica desde Thaderconsumo es que se potencie la compra de videojuegos cuando por otro lado se intenta luchar contra las ludopatías y la adicción a las nuevas tecnologías. José Rives resume el punto de vista de la federación de consumidores asegurando que, aunque el Bono Cultural Joven es una buena idea, el mecanismo ideado para ponerlo en marcha no parece el más adecuado.