Hoy en el Rompeolas miramos el sueño como una inversión en Salud
T05C087
Las altas temperaturas que alcanzamos por la noche, cerca de los 30 grados impiden en muchas ocasiones que podamos conciliar el sueño o que mantenerlo sea muy difícil. El Catedrático de Fisiología Juan Antonio Madrid nos explica como nuestro cuerpo se refrigera a través de dos tareas, una interna en la que se tiene en cuenta los órganos internos como el cerebro y otra externa que contempla la temperatura de la piel, las manos, los pies y la cara. Esta segunda, asegura Madrid actúa como radiador y a través de los vasos sanguíneos permite bajar la temperatura de los órganos internos, "por eso en invierno tenemos los pies fríos, pero cuando la temperatura es tan alta, este mecanismo no es del todo efectivo, por lo que si no baja la temperatura cerebral no podremos conciliar bien el sueño. Para bajarla es muy buena opción darse una ducha tibia, o mojarse las muñecas o la nuca".
Las consecuencias de no poder dormir van desde los cambios de humor, la falta de energía hasta las alteraciones psicológicas. Y es que según nos explica el profesor Madrid debemos tener en cuenta que si pasamos 7 días sin dormir podríamos morir, por lo que asegura debemos considerar el sueño como una inversión en salud.