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La entrada al mirador

06:02
11 SEP 2020 - 00:00
Hace un año de la DANA y de nuestro primer confinamiento
Buenas tardes, 
 
Hace un año, cuando aún no habíamos oído hablar de la covid 19 ni se había inventado aún el nombre para llamar a una enfermedad nueva, los murcianos ya habíamos sufrido lo que es un confinamiento. Por estas fechas, la AEMET no sabía ya cómo decirnos que lo que se avecinaba era gordo. Solo les faltaba poner el aviso rojo fosforescente en el mapa, con sonido como de ambulancia y hablaban con todas las autoridades para que supieran que no era una gota fría normal, ni una riada normal, que esto era una de esas nubes que arrasan con la región una vez cada 100 años, o cada 500. De esas que llega un momento en el que se pierden en la memoria colectiva. Una DANA terrible que con esto del cambio climático se supone que vamos a ver mucho más a menudo de lo que nos gustaría. 
 
Un 11 de septiembre, el año pasado, nos dijeron que los niños no podían ir al colegio y que era mejor que solo saliéramos de casa o cogiéramos el coche si era absolutamente imprescindible. Cosas que ahora hasta nos parecen normales pero que el año pasado nos costó entender. Y amaneció el jueves y salió el sol por la mañana y muchos pensaron: ¿y para esto nos han dejado sin cole? ¡Son unos exagerados!, ¡vaya inútiles! y etcétera, etcétera… 
 
Pero de pronto empezó a llover y todo el mundo tuvo que callarse. Porque aquello era el diluvio universal. Ninguna persona viva de la región había visto llover de esa manera y durante tanto tiempo. No me extraña que cuando no teníamos la ayuda de la ciencia, pensara el ser humano que era un castigo de los dioses. Fueron dos días de lluvia sin parar, de cauces desbordados y carreteras rotas. De orejas pegadas a la radio y de miedo a perderlo todo. Y después paró de llover y llegó el barro. Toda la región estaba cubierta de algo marrón y pegajoso que no se acababa nunca. 
 
Estoy segura de que si analizamos bien lo que pasó, tenemos una metáfora perfecta de lo que estamos viviendo ahora, aunque concentrada en unos pocos días. La incredulidad de los primeros momentos, el susto y el miedo, el barro que dura más de lo que nos imaginábamos y meses hasta arreglar todo lo que se rompió. Con esto del virus, creo que estamos aún en la fase de salir del barro, con caídas y resbalones que nos hacen pensar que no lo vamos a conseguir. Y aún nos queda reconstruir.  
 
En fin. Vamos a terminar escuchando la última de Bruce, del jefe, que apunto de cumplir 71 años ha sacado Letter to you, donde dice que en una carta para ti ha puesto todas sus lágrimas y dudas, todo el brillo del sol y toda la lluvia, toda su felicidad y todo su dolor. Qué mejor manera de empezar este Mirador

 

MARTA FERRERO


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