Los regantes temen un desvío de caudales del Trasvase a futuras necesidades de Castilla-La Mancha
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Escucha la entrevista con el presidente del Sindicato Central de Regantes (SCRATS), Lucas Jiménez, quien sostiene que el Trasvase corre el riesgo, no tanto de ser cerrado, sino de que se desvíen los caudales que ahora llegan al sureste a futuras necesidades de Castilla la Mancha. Además, no descarta que las nuevas normas de explotación salgan a exposición pública este mismo verano.

Para Lucas Jiménez los dirigentes castellano-manchegos no pretenden el fin del acueducto porque han prometido muchas cosas y ya están ocurriendo otras en su territorio: se está suministrando agua al Guadiana para consumo humano, también al Júcar, y siempre es tabla de salvación para las Tablas de Daimiel. Todos esos recursos son los que no llegarían para el regadío del sureste, en opinión de Jiménez. "No quieren el fin del trasvase, lo que quieren es que el fin del trasvase llegue para la Región de Murcia Alicante y Almería. Y, desde luego, si eso ocurre, la poca fe que le va quedando a uno en este país la termino por perder", ha señalado.

Ese recorrido comenzaría con la aprobación de las nuevas reglas de explotación del Trasvase. Uno de los principales temores expresados por Jiménez es que el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, sea ya conocedor de esas normas.

A pesar de lo dicho en Murcia por el Secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, Lucas Jiménez no descarta que las normas salgan en verano. Defiende la profesionalidad del CEDEX, el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas, pero también recuerda que trabaja con directrices.

Están preparados para recurrir si los escenarios que barajan finalmente se cumplen. Lo que parece que no lo estará es la interconexión de las desaladoras con los canales de riego. Esta circunstancia junto al anunciado cierre de pozos, llevaría a la agricultura murciana a una "situación límite".