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'Nos sentimos solas, incomprendidas y atravesando un duelo'
T06C183

23:21
Hace 1 día
La Plataforma de embarazadas expulsadas de la Sanidad Pública denuncian que el SMS sigue derivando las prácticas abortivas a las clínicas privadas y que incumple la reforma de la Ley del aborto nacional.

La última reforma de la Ley del Aborto expone que se debe garantizar a las mujeres la posibilidad de abortar en la sanidad pública y lo más cerca posible de su domicilio. Así desde la Plataforma han denunciado ante la fiscalía el procedimiento que lleva a cabo ahora mismo Murcia denominado de doble fase que consiste que en abortos por causa médica la interrupción del latido se hace en la privada y la inducción al parto en lo público.

Denuncian también que la consejería de Salud incumple el protocolo nacional de registro de objetores de conciencia  del ministerio de Sanidad aprobado en diciembre de 2024 en el que se dice que la objeción debe hacerse de forma anticipada, individual  e informando a la mujer. Es decir que no se pueden acoger instituciones,  algo que está haciendo por sistema  Murcia. Lo explica una representante de la Plataforma que prefiere mantenerse en el anonimato.

Lo que está haciendo ahora mismo el Servicio Murciano de Salud con los abortos por causa médica es el procedimiento denominado de doble fase: el feticidio lo hacen en la concertada y la inducción al parto en la pública.

Una doble fase que describe muy bien Laura,  nombre ficticio, que tuvo que interrumpir por causa médica su embarazo. En la clínica privada llevaron a cabo el feticidio pero el bebé quedó en bradicardia, es decir que su corazón seguía latiendo aunque lentamente. Ella insistió en irse a la Arrixaca y en la clínica le dijeron que así no la iban a querer, una frase que se le quedó marcada.

Hizo caso omiso y se presentó en la Arrixaca donde se le practicó la inducción y pudo despedirse de su hija. Era lo que ella quería desde el principio poder desarrollar todo este duro proceso en un hospital público. Otro caso es el de Isabel,  una mujer que en la semana 22 decidió abortar por una grave cardiopatía del feto. Una decisión que reconoce fue sumamente  díficil. En este caso no elegió la doble fase y la intervención  se le realizó de forma completa en la clínica concertada compartiendo espacio con mujeres que interrumpían el embarazo de forma voluntaria y que no se encontraban en su misma situación


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