¿Qué pasa con el ferrocarril en España?
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Según nuestro interlocutor, la alta velocidad ferroviaria no morirá de éxito, y el conjunto del sector del ferrocarril, a pesar de estar viviendo una "tormenta perfecta", está en la "rampa de salida a una etapa de esplendor". Rafaerl GArcía explica que, según su análisis de la situación, lo que ha corrido en los últimos meses con el transporte ferroviario en el conjunto del país tiene mucho que ver con malas decisiones que se adoptaron hace 20 ó 30 años. Cita como ejemplos de lo que quizá no debió hacerse, la separación de Renfe y Adif, o la separación de la red de alta velocidad y la del ferrocarril convencional. Señala, asimismo, el desequilibrio de inversiones en alta velocidad (4% de viajeros) o cercanías (94% de viajeros) en detrimento de este último servicio. Apunta, por otro lado, que España parece haber "querido ser más que nadie" a la hora de liberalizar el transporte ferroviario y destaca también que el material rodante de la mayoría de las compañías (Iryo es la excepción) es —digamos— veterano. En cuanto a la gestión del personal, baste el ejemplo de 2025 año en el que se jubila más personal y con más experiencia que el que accede a las empresas del sector.
Le preguntamos a Rafael García si todas estas informaciones y diagnósticos están en manos de quien ha de tomar las decisiones. Su respuesta es clara: sí. No obstante —afirma— pesan demasiado los criterios políticos y cortoplacistas a la hora de tomar esas decisiones.