En busca del petricor. Honores para el autogiro De la Cierva
T06C166
Honores para el autogiro De la Cierva. Ingeniería para vencer a la gravedad.
El deseo de poder volar ha llevado a miles de personas a agudizar su ingenio buscando la forma de vencer a la gravedad. Desde los prototipos de Leonardo Da Vinci (siglo XV) de máquinas voladoras que no tuvieron una aplicación práctica, se pasaron a éxitos como el globo aerostático de los hermanos Montgolfier (1783) que supuso el primer vuelo tripulado y, posteriormente, al uso de planeadores en el siglo XIX (Otto Lilienthal, 1890) superando el reto de hacer que aeronaves más pesadas que el aire se mantuviesen en vuelo. No será hasta 1903, el 17 de diciembre, que los hermanos Orville y Wilbur Wright realicen el primer vuelo controlado de un avión motorizado (Carolina del Norte, EEUU).
¿Qué importancia tiene la Región de Murcia en este contexto? Pues dentro de una relevante familia, el joven con talento Juan de la Cierva y Codorníu, entraría en la Historia Mundial de la Aviación con sus diseños y prototipos del autogiro, que permitieron un vuelo más seguro al disponer de alas giratorias.
Aunque está bastante generalizado el hecho de hablar del autogiro como un precursor del helicóptero, lo cierto es que son ingenios diferentes con particularidades únicas que resaltan aún más la singularidad de este invento, donde la imitación de las formas de la naturaleza (samaras del arce) y el compromiso para poder revertir riesgos de estabilidad y seguridad llevaron a sus nuevos diseños, hasta desarrollar cerca de una treintena de prototipos.