“Esta vida es un fandanguito”. Antonio Contreras, lesionado medular. Personas que cuentan
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Antonio vive en Espinardo (Murcia), en las casas baratas. Es el mayor de nueve hermanos. Trabajaba como vendedor ambulante hasta que en 2021, un día se desplomó. Un desmayo marcado por el alcohol que le produjo una grave lesión medular. “Hay que llevar mucho cuidado con la bebida, con las drogas y con todo lo que hay alrededor de nosotros”, aconseja.
Pero lo que podría haber sido el final, se convirtió en un nuevo comienzo. Tras pasar nueve meses en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, regresó a Murcia y decidió seguir luchando. Acude al JC1 a diario para continuar la rehabilitación por su cuenta. “Tengo mucha ilusión por vivir y seguir”, subraya. “Esta vida es muy mala, y es muy buena si sabes llevarla: es un fandanguito, y hay que saber bailarlo”, sentencia.
Luis Alcázar lo entrevista en la piscina pequeña del complejo.