El edificio está muy degradado y sufre continuos derrumbes, que ya se han llevado por delante parte del tejado, la fachada y el torreón.
Se trata de un inmueble protegido por el Plan General de Ordenación Urbana que, sin embargo, está al borde del colapso. Según Huermur, lo único que se ha hecho para controlar los daños ha sido poner tres tableros y un travesaño en la zona de la fachada que se vino abajo hace unos días.
Huermur ha exigido una actuación urgente y global y, de paso, ha recordado que se habría podido hacer mucho más por evitar estos daños si el Ayuntamiento de Murcia no hubiera paralizado con sus alegaciones la tramitación del expediente para la declaración de Torre Alcaina como Bien de Interés Cultural.