Amigo y entrenador del Tiburón de Mazarrón, a sus apenas 22 años este ex-piloto es quien moldea al bicampeón mundial: "Pedro siempre te escucha. Tiene un círculo pequeño en el que nadie quiere nada malo para él"
Adrián Cases es quien pule los escasos defectos que pueda tener sobre la moto Pedro Acosta. Un perfil diferente en el que se mezclan amistad y respeto. "Empecé a montar en moto con 5 años y ahora tengo una gran experiencia que aplico en mi escuela de pilotos. Para poder enseñarle a alguien como entrar en una curva es muy importante haberlo hecho tú primero" explica a Onda Regional el propio Cases. Tiene sólo 22 años, tres más que Acosta, se conocen de toda la vida, y como anécdota explica que "cuando llegan algunos alumnos nuevos a mi escuela, los acompañantes me dicen '¿dónde está tu padre?' o si puedo llamar al encargado. No se imaginan que con mi edad pueda ser yo el dueño y el entrenador".
Adrián sabe del potencial de Pedro: "Siempre te escucha, se rodea de un círculo muy pequeño en el que nadie quiere nada malo para él. La perfección no existe, por eso es necesario tener esa rutina, corregirle...". Explica Cases que "no cambiaremos muchas cosas, su alimentación es buena, está en su peso y la moto cambia sólo en cuanto a potencia, que es muy superior. Acosta lo va a hacer bien porque se adapta muy rápido a los cambios. Además, le van mejor las motos grandes. En Moto 3 sufría mucho y ahora podrá pilotar mejor a su estilo".