Fuentes de la operación aseguran a Onda Regional que Felipe Moreno tomará el control de la entidad grana. Agustín Ramos lo tiene claro: va a hacer lo mejor para el Murcia, dejando a un lado egos.
GREGORIO LEÓN
Estaban todos los puentes volados. Separados por una distancia planetaria. Pero fue Felipe Moreno quien en Onda Regional le tendió la mano. Todo cambió a partir de esa entrevista. "Los polos opuestos a veces se vuelven a juntar, y crean electricidad", y quedó abierto a tomarse un café con Agustín Ramos ("cortado y en vaso de caña", añadió). La entrevista concedida por el cordobés a la radio autonómica ha transportado a los dos actores a un terreno impensable hace solo unas semanas, La comparecencia pública del cordobés en el hotel NH generó una reacción de rechazo en Ramos y en su equipo. En ese momento, cualquier posibilidad de acuerdo parecía cosa de ciencia ficción. Pero las circunstancias se han modificado.
Agustín Ramos se ha visto muy desgastado. La presidencia del Real Murcia impone una exposición pública permanente. Ramos se ha irritado por algunas críticas, a su juicio, muy injustas. Lleva realizando aportaciones personales desde verano de 2021, el equipo subió en el Rico Pérez y actualmente está en zona de 'play off', cerca de la primera posición. Y sin embargo, algunos palos han sido duros, afectándole al estado emocional. Su familia lo ha percibido, y le recomendó que se echara a un lado. El dueño de Fibranet empezó a cavilar, prestando oídos a lo que le decían sus personas más próximas. Quizá no era mala idea.
El actual presidente del Murcia lleva negociando desde hace varias semanas con un fondo de inversión, de capital extranjero. Nada que ver con dinero ficticio de lejanas latitudes de Oriente Medio. No un cuento de las Mil y una noches, no. Por fin, a Ramos le ha llegado un grupo absolutamente fiable, serio y solvente. Con una bolsa económica ya preparada para ser depositada la próxima semana, si es preciso. Ocho millones iniciales. Con euros que aguardan en España, en una cuenta corriente. Nada de transferencias sujetas a filtros. Dinero para ser enviado a golpe de clic. Un grupo de inversión poseedor de varios clubes de fútbol mundial, con profesionales de éxitos deportivos ya acreditados y gestión eficaz.
Pero Ramos quiere ser extremadamente responsable. Y no es ajeno al mandato imperativo de una gran parte del murcianismo: cerrar un acuerdo con Felipe Moreno, que tiene una carta de incalculable valor: el poder de desjudicializar el club. De sacar al Murcia de los juzgados. Y el empresario de Abarán se inclina por llegar a un pacto con Moreno. El dirigente grana, por muy tentadora que sea la oferta del fondo inversor, lo tiene muy claro: va a hacer lo mejor para el Murcia, dejando a un lado egos.
Felipe Moreno es muy optimista. El Real Murcia le ha generado una ilusión nueva. Lo ha rejuvenecido. Asumir un proyecto como el de la entidad grana, con las infinitas posibilidades que concede, lo ha llenado de vida. En su cabeza ya andan nombres de fichajes y colaboradores. Quiere ya en marzo planificar la próxima temporada, manejando los dos escenarios, el del fútbol profesional o de la Primera RFEF. Y una idea le obsesiona desde hace semanas: llenar el estadio Nueva Condomina-Enrique Roca.
Mientras tanto, Agustín Ramos está en Madrid, disfrutando de sus hijos. El martes o miércoles se reunirá con Felipe Moreno para definir los detalles del acuerdo con el cordobés.