El tenista murciano llega a la tercera ronda del Grand Slam de Nueva York, tras derrotar a Lloyd Harris por 6-3, 6-1 y 7-6. Su próximo rival: Daniel Evans (sábado). Escucha su rueda de prensa en Español.
GREGORIO LEÓN
En el US Open la sorpresa te acecha, emboscada en las sombras. Como un navajazo a traición. Es el major de lo inesperado. Incluso de lo insólito, como fue el año pasado que un chaval de diecinueve años nacido en El Palmar se convirtiera en el tenista más joven en llegar a la cumbre solo reservada a las divinidades, al número 1. Esta edición ya ha expulsado a tenistas de acreditada jerarquía en el circuito, como Holger Rune, Stefanos Tsitsipas o Casper Ruud. Un campo de minas. Y Carlos Alcaraz lo va sorteando. Desde el puesto 177 del ránking, Lloyd Harris no parecía enemigo a considerar. Pero, a poco que se investigara, se encontraban varias victorias suyas ante top-10, la más llamativa, ante Rafa Nadal. Carlitos se blindó ante el accidente conduciendo con pericia, paciencia y talento. El murciano ya está en la tercera ronda, regalando su juego a los aficionados que casi completaron el aforo del Arthur Ashe Stadium para ver al prodigio del tenis.
Comenzó a ritmo muy lento el partido, sin que ninguno de los jugadores aprovechara sus primeras bolas de break, y sacaron adelante sus turnos de saque con máximas dificultades. Carlos Alcaraz aún no había empezado a carburar. Pero a partir de ahí, logró la primera ruptura, recurriendo a la fiabilidad de su servicio, y a la capacidad de restar, especialmente, los segundos servicios del sudafricano. El set no se podía escapar.
La eficacia restadora de Carlos Alcaraz encogió la muñeca de Harris, que acumuló varias dobles faltas, y puso al murciano en inmejorable disposición para encarrilar el segundo capítulo. Ya con ventaja, después de una ruptura, se desató, atreviéndose con dejadas y globos. El sudafricano no podía oponer otra cosa que la resignación. Cuando Carlitos juega así, deja inerme a cualquiera.
La tercera manga dejó uno de los puntos del torneo. Estaba en el uso de su servicio Alcaraz. Pero la buena respuesta de Harris lo obligó a correr de un lado a otro de la pista, llegando a bolas inverosímiles gracias a su velocidad de guepardo, y recuperando la iniciativa del punto para cerrarlo con una dejada. Un maestro. Pero su rival no estaba dispuesto a sacar bandera blanca aún. Elevó sus prestaciones, y condujo la cita al 'tie-break'. Y ahí, sí, Alcaraz demostró su seguridad y cerró el partido.
El sábado, el británico Daniel Evans, ya en tercera ronda. Ya hay un precedente de esta misma temporada, cuando Carlitos le ganó en las semifinales del Godó.