El tenista murciano admite que hizo ante Tsitsipas uno de los mejores partidos de su carrera.
GREGORIO LEÓN
El viernes le queda muy lejos a Carlos Alcaraz. Con la adrenalina corriéndole por las venas, estaría dispuesto a jugar ya este miércoles mismo contra Novak Djokovic. Sin transición. Sin descanso. En efervescencia, con su mejor tenis, el que jamás ha desplegado, se ve preparado para tumbar al ganador de 22 Grand Slams, y que este martes atrapó su victoria número 90 en París. "Me he sentido bien, manteniendo siempre la concentración. Tenía un nivel de confianza muy alto. Y aunque acabo de terminar este partido, no voy a parar de pensar en el siguiente, ante Djokovic", ha asegurado el murciano, en declaraciones a Eurosport.