El tenista murciano recibe uno de los premios Laureles, y asegura, ya en el tramo final de la recuperación de su lesión, que "había cosas que no estaba haciendo bien dentro y fuera de la pista".
GREGORIO LEÓN
Carlos Alcaraz no quita ojo de lo que ocurre en el Open de Australia. Tsitsipas y Djokovic le pueden arrebatar el número 1 del mundo. La joya de Murcia siente dolor por no poder estar allí, pero al mismo tiempo, transmite vitalidad: "Soy una persona positiva. Y esto de la lesión me ha hecho aprender; había cosas que no estaba haciendo bien dentro y fuera de la pista".
El tenista de El Palmar ha tomado conciencia de que 2023 será un curso complejo: "Va a ser un año de presión, la que me metan los aficionados y la que yo mismo me cargue".
Alcaraz ha dejado un mensaje optimista sobre el proceso de recuperación de su lesión muscular: "No había estado tanto tiempo sin competir. Pero estaré en Argentina. Estoy a tope de ganas".
Carlitos ha recogido uno de los premios Laureles, que concede el Colegio de Periodistas de la Región de Murcia.
