Sólo el Valladolid sumó un punto más (10) que los de Calero en esta racha y se suma el pase copero. Podría llegar a Navidad fuera de descenso si gana sus dos partido y se da una carambola de resultados nada descabellados
Tantos meses de sufrimiento en el seno del FC Cartagena van quedando atrás. La afición albinegra respira tras ver como el abismo al que parecía abocado el equipo con un posible descenso meses antes del final del campeonato deja paso a un hilo de esperanza al que aferrarse. El efecto Calero ya recoge sus frutos y después de varias semanas de mejora en su juego, los resultados empiezan a acompañar. En el último mes de competición, el Cartagena acumula cinco jornadas sin perder en Liga, tres empates y dos victorias, y también el pase a la siguiente ronda de Copa del Rey (que será sorteada este martes y se disputará el primer fin de semana de 2024). El equipo ha encajado cuatro goles en esos seis partidos, números sobre los que construir su reacción. Atendiendo a lo que sería la clasificación de las últimas cinco jornadas, en las que el Cartagena sumó nueve puntos, sólo el Valladolid (10) sacó más rédito.
Tal es la expectativa que el Cartagena, colista desde la jornada 6 (a mediados de septiembre), ha abandonado el 'farolillo rojo' y no sería incluso descartable que llegara al parón navideño en zona de salvación, un objetivo que se antojaba imposible a mediados de noviembre. Para ello, el Cartagena debe ganar este sábado al Burgos en el Cartagonova y luego al Huesca en el Alcoraz, un rival directo, el jueves 21. Eso le llevaría hasta los 21 puntos. El corte actual lo marca el Villarreal B, que tiene 20 puntos y que debería sacar apenas un empate en sus duelos ante Valladolid y Oviedo. Luego le sigue el Huesca, que si pierde en su visita al Levante podría quedar a tiro del Cartagena (con un duelo directo entre ambos pendiente). Y también anda en la ecuación el Alcorcón, que para fastidiar el sueño de los de Julián Calero tiene que sumar siete puntos de nueve, ante Tenerife, Eibar y Amorebieta. Difícil y enrevesado, pero nada descabellado... siempre y cuando el Cartagena haga sus deberes.