Los grana empatan en San Fernando gracias a un gol de penalti de Guarrotxena. Dani Aquino había adelantado a los locales.
GREGORIO LEÓN
Un gol al límite evitó un nuevo desastre del Real Murcia, y una semana de reflexión y desasosiego en la zona noble del estadio Nueva Condomina. Cuando agonizaba su partido en San Fernando, Guarrotxena mandó a un ángulo imposible el balón desde los once metros. El penalti transformado le otorga un punto que lo rescata de la zona de descenso. Esta no-derrota no tapa las carencias de un equipo que no carbura. Este Murcia de Gustavo Munúa no termina de arrancar. Cuatro puntos sobre doce posibles no guardan proporción alguna con el extraordinario esfuerzo económico de Felipe Moreno.
El gobierno del partido correspondió al San Fernando durante la primera media hora. Héctor Berenguel había estudiado a conciencia los déficits defensivos del equipo grana, y dio instrucciones expresas para que su equipo volcara todo el juego a la zona derecha, defendida por Sergio Santos, inerme ante las acometidas de Biabiany. Y por ahí llegó el 1-0, con un centro del extremo que cazó Dani Aquino, de cabeza. El exgrana desnudó a toda la defensa del Real Murcia.
Emitió alguna señal ofensiva el cuadro grana tras el descanso. Pedro León regaló un caramelo a Rodri Ríos, que metió un testarazo, replicado por Diego Fuoli con un paradón. Pero fue un indicio de mejoría equivocado. Dani Aquino estuvo a punto de firmar el 2-0. Gustavo Munúa buscó reacciones desde el banquillo, ingresando en el campo a Guarrotxena y a Carlos Rojas. Los cambios no operaron ningún efecto positivo. Y el partido fue muriendo sin que el Murcia inquietara al portero local.
Un penalti ingenuo de Carlos Blanco a Carlos Rojas en el minuto 90 permitió a Guarrotxena empatar en el minuto 90.
El conjunto murcianista, que estuvo muchos minutos en descenso, sale de la zona roja.