La conversión en acciones de casi 4 millones aportados por Felipe Moreno elimina la causa de disolución en la que se encontraba el club grana.
GREGORIO LEÓN
El Real Murcia está en un proceso de profundos cambios societarios y mercantiles. Y una de las preocupaciones que latía era que la entidad se encontraba en causa de disolución. Por eso los abogados que representan a la entidad grana han buscado la solución, administrando la solución correctora, aceptada por Felipe Moreno, y que será abordada en la reunión que va a celebrar el Consejo de Administración este martes. El máximo responsable del Real Murcia va a convertir una cantidad de casi cuatro millones de euros aportados en acciones, de tal manera que la sociedad quedará fuera de causa de disolución. El patrimonio neto por debajo de la mitad del capital social es la que ha conducido al Murcia a esa situación que exigía una medida mercantil, adoptada por Moreno. Otro elemento también era necesario para dejar a la entidad fuera de cualquier peligro de extinción: salir del concurso de acreedores. Eso ocurrió en septiembre, por medio de auto firme comunicado por el Juzgado de lo Mercantil.
Felipe Moreno se sacrifica para que el Murcia tenga mayor salud financiera. El plan de reestructuración que ultima la entidad supondrá bajar el capital social a cero, para luego abrir una ampliación con derecho de suscripción preferente para los actuales accionistas. Y las cantidades aportadas ahora por el dueño del club grana (esos casi cuatro millones de euros), se irán también a cero. Pero el cordobés quiere dar ejemplo, poniéndose al frente de esta solución que permite la Ley de Sociedades de Capital, y que permitirá al Real Murcia librarse de su deuda privada.