El equipo blanco se lleva la Supercopa de baloncesto, al ganar la final a Unicaja (81-88). Campazzo se llevó el trofeo MVP.
GREGORIO LEÓN
El Real Madrid es el rey de la Supercopa. Ejerciendo un monopolio indiscutible, ha ganado seis consecutivas. La última en el Palacio de los Deportes, ante Unicaja de Málaga. 7.500 personas vieron el partido en directo. Unicaja peleó, tuvo opciones, pero acabó capitulando en el último cuarto.
Con Pepe Domingo Castaño en el recuerdo, mereciendo un justísimo minuto de silencio, arrancó el partido en el Palacio. Le costó despegarse al Madrid, pero logró hacerlo en el segundo cuarto. El Unicaja quiso llevar el partido al terreno emocional, pero los blancos impusieron su talento. El oficio de Campazzo, con ocho puntos en su haber, secundado por Hezonja y Musa, explican el resultado al descanso (44-31).
En la segunda parte mejoró sus prestaciones el Unicaja. El Madrid empeoró su balance defensivo, y el marcador se estrechó (54-51). El equipo de Chus Mateo se apercibió de que debía arremangarse de nuevo. Un triple de Campazzo recondujo la situación. El argentino fue esencial en este nuevo título para el Madrid. El trofeo MVP no podía ser para otro jugador.