El mediapunta de Abarán, que destacó de grana tras el descenso administrativo de 2014, jugó tres años en Segunda. Acaba contrato en el Racing de Santander y militó antes en At. Levante, Castilla, Castellón y Fuenlabrada
Arturo Molina, aquel juvenil que despuntó a las órdenes de Aira en el Real Murcia allá por 2014, podría volver a casa. El mediapunta de Abarán, que encontró su sitio tras el decenso administrativo a Segunda B, es uno de los futbolistas que aparece en la agenda de Javier Recio. Su identificación con el proyecto, como ocurrió con Pedro León el pasado año, es un añadido a una trayectoria extensa para un futbolista de todavía 26 años.
Tras dos temporadas en la primera plantilla grana, el Levante le pescó para su filial y de ahí incluso salió cedido una temporada al Castilla. Allí no contó con toda la continuidad esperada y volvió a vestirse de granota. Se consolidó en Segunda B y el Castellón le firmó para su proyecto en Segunda División. Su nivel le valió para que el Fuenlabrada se fijara en él y le sumase a su equipo, también en el fútbol profesional. Después de esa aventura se marchó al Racing de Santander, en Primera RFEF, logrando el ascenso en su primer año y la permanencia, ya en Segunda, esta última campaña. El club montañés no le renovará y ahora, libre de contrato, es una de las joyas del mercado. El ilusionante proyecto del Real Murcia puede ser un buen motivo para volver a casa.
