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El Real Murcia se mete en un laberinto

El equipo grana pierde por 0-1 ante el Intercity, pero sigue en zona de 'play off'. Solo ha ganado dos de los últimos diez partidos. Casi 15.000 personas vieron el partido en el estadio Nueva Condomina-Enrique Roca.

GREGORIO LEÓN
30 ABR 2023 - 17:51
Actualizado:
30 ABR 2023 - 20:00
Solà
Arnau Solà intenta ganar un duelo. Foto: Real Murcia
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El Real Murcia se mete en un laberinto
03:35

GREGORIO LEÓN

El miedo escénico está pudiendo con el Real Murcia. Con la afición entregada, con entradas del fútbol profesional impulsadas por la llegada de Felipe Moreno, el equipo grana solo ha ganado uno de los cinco partidos jugados en medio de una atmósfera de alta temperatura emocional. Bastó un gol del Intercity en el primer tiempo para desactivar al Murcia, que estuvo muy lejos de resolver la ecuación que le planteó el enemigo. Los grana quedan en zona de 'play off', pero asomados al acantilado. Con una secuencia de dos victorias en las últimas diez citas, se le escapó la posibilidad del ascenso directo, y está en riesgo de perderlo por el camino tortuoso de la promoción.

El gobierno del partido fue del Real Murcia, con un porcentaje de posesión del 66 por 100, hasta siete córners botados, un remate al larguero tras golpeo de Pedro León... Un dominio abrumador que sin embargo no tuvo traducción en el marcador. Y el Intercity, con un planteamiento medroso, encontró premio en un disparo de Pol Roigé, con intervención de Alberto González. Un 0-1 que dejaba a los aficionados inquietos, los 14.953 que vieron el choque en directo.

Mario Simón se movió para modificar la trama del partido, dando pista a Pablo Ganet, quien suplió a Sergio Aguza, cargado con una tarjeta amarilla. Y Dani Vega, muy lejos de sus mejores prestaciones, fue relevado por Alfon. Pero la respuesta no fue la adecuada. El Intercity maniobró con comodidad. El entrenador grana, buscando soluciones a la desesperada, hasta alteró el dibujo táctico, pasando a defensa de tres. Pero nada funcionó, y el equipo de Sandroni pudo hacer más sangre a la contra. La reacción de la grada fue audible. Un sector de la afición gritó "¡Mario, vete ya!", señalando la responsabilidad del entrenador en este nuevo fiasco, mientras otro sector lo silenciaba con gritos de apoyo.

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