El cuadro universitario no se mostró tan contundente ni acertado como en los encuentros previos. Sólo Ennis plantó cara y los maños aprovecharon un parcial 18-2 tras el descanso que supieron gestionar hasta el final
El dulce mes de noviembre es historia para el UCAM. Los de Sito Alonso vieron rota su racha de victorias cayendo en Zaragoza ante Casademont (82-76). Aunque los universitarios estuvieron metidos en el partido hasta el final, no era el UCAM de otras veces. Le faltaba una marcha más. Tanto Radovic como Sito Alonso reconocían tras el choque que el nivel de energía, esa que permite al equipo ser tan intenso, no era el de otras veces. Quizá condicionado por el calendario tan intenso.
Un partido de idas y venidas que se quedó el cuadro local. Y es que en los universitarios sólo Ennis fue regular y dio el nivel habitual. Grandes números de Birgander una vez más, pero esta vez con una sensación distinta. El equipo echó en falta especialmente a Hakanson y Caupain no supo tapar dicha carencia. Un parcial 9-0 en el primer cuarto dio ventaja a Casademont, aunque el UCAM reaccionó con 0-7 minutos más tarde y se iba al descanso con un 34-38 esperanzador. Sin embargo, a salida de vestuario Zaragoza mostró su mejor juego y con un parcial 18-2 se hizo con una renta que supo administrar hasta el final, siendo incapaz el UCAM (quizá por esa falta de energía) de ponerse a tiro.