El pabellón WiZink Center de Madrid se llenó para recibir a los campeones de la Nations League.
GREGORIO LEÓN
Mi gran noche, de Rafael, puso el cierre a la fiesta de la selección española. Una fiesta esperada durante once años, desde la conquista de la Eurocopa de 2012. Y la tanda de penaltis de Róterdam, con las paradas milagrosas de Unai Simón y el lanzamiento maestro de Carvajal han devuelto el jolgorio y la felicidad a la afición. Este lunes se llenó hasta los topes el pabellón WiZink Center, elegido para la celebración.
A las 20:38, después de recordar los mejores de la final contra Croacia, precedidos por Luis de la Fuente, fueron apareciendo los veintitrés futbolistas internacionales: Kepa, Carvajal, Le Normand, Nacho, Zubimendi, Mikel Merino, Fabián, Gavi, Marco Asensio, Canales, Ansu Fati, David Raya, Laporte, Yéremi Pino, Rodrigo, Fran García, Rodrigo Moreno, Joselu, Dani Olmo, Jesús Navas, Unai Simón y los capitanes Morata y Jordi Alba
Hubo palabras emotivas de Jordi Alba, el capitán, acordándose de Sergio Rico, que ha sido del coma. Un ¡Viva España! de Jesús Navas, el único futbolista que puede presumir de tener un Mundial, una Eurocopa y una Nations League. Y manteo al seleccionador, Luis de la Fuente, el hombre tranquilo que ha devuelto la paz y la gloria a España.
