El cordobés, que ya ha invertido casi 10 millones de euros, tiene un plan para atacar la deuda pública y privada, y dejarla casi extinguida a fecha 8 de marzo de 2024, cuando se cumpla un año de su llegada al Murcia.
GREGORIO LEÓN
Fue un camino sinuoso, de largas reuniones, deliberaciones, abrazos y desencuentros, y hasta de comunicados y contracomunicados. Del Agustín Ramos y Felipe Moreno ya caminan juntos al tú o yo. Porque el gobierno de coalición, que sonaba muy bien, era de imposible aplicación práctica. Y solo pudo quedar uno: el empresario cordobés, que quedó entronizado en la junta de accionistas del 8 de marzo. Y Felipe Moreno tiene en la cabeza esa fecha, pero referenciada a 2024. El máximo accionista de la entidad grana aspira a celebrar su primer aniversario como tal librando al Murcia de toda su deuda, o casi toda. Felipe Moreno pisa el acelerador.
El plan pergeñado por su equipo económico y jurídico era dejar al Real Murcia limpio de cualquier pasivo en un plazo de cuatro o cinco años. Esa era la idea primigenia. Pero Felipe Moreno se ha dado cuenta de que los intereses son muy gravosos, que los embargos no dejan crecer a la entidad y de que acelerar el proceso era un imperativo. Y además, se ha encontrado con modificaciones legislativas que han actuado a su favor, como las novedades que presenta la Ley Concursal, que ha permitido la elaboración de un plan de reestructuración que rebajará la deuda de naturaleza privada de 11 millones a apenas 516.000 euros pagaderos en tres años. La revisión pormenorizada y minuciosa de la deuda con la Agencia Tributaria también propició una rebaja de casi tres millones de euros, lo que deja ahora la cifra en diez millones, que también quiere atacar el presidente murcianista, empeñado a ofrecer un Real Murcia nuevo, sin lastres ni sogas en el cuello.
¿Qué hacer con esos diez millones debidos a Hacienda? Una vez puesto al día con la Seguridad Social, algo que va a ocurrir ya el próximo mes, con una nueva aportación del cordobés de 2,1 millones, el Real Murcia solo tendrá un acreedor público, la Agencia Tributaria, y en ese supuesto la ley sí permite alcanzar acuerdo singular de aplazamiento de deuda a cuatro o cinco años. Felipe Moreno aspira a aplazar cinco millones, y hasta medita afrontar el pago de los otros cinco. La deuda del Real Murcia quedaría, en ese caso, limitada a unos márgenes muy estrechos. De casi cincuenta millones a apenas cinco, aplazados.
Más de un millón que se suman a los ocho iniciales
Felipe Moreno, cumpliendo con sus obligaciones propias del principal accionista de la sociedad, ha aportado la cifra de 1.150.000 euros esta temporada, que se reparten entre la satisfacción de los pagos acordados con la Seguridad Social (100.000 euros mensuales), abono de nóminas (200.000), pago de los plazos pactados con Ayuntamiento (50.000 euros) y Emuasa (11.000) y otros conceptos, derivados de conflictos judiciales heredados, como el de Kabous. Esta cifra se suma a los ocho millones computados a fecha 30 de junio, entre los que figuran los dos entregados a Mauricio G. De la Vega para la adquisición de los derechos de acción de compra de las acciones de Iconos Nacionales, y 750.000 que le permitieron comprar su parte a Enrique Roca. En total, casi nueve millones de euros.
Plan-acordeón: duro, pero necesario
El presidente del Real Murcia no niega que el plan de reestructuración puesto en marcha por la entidad va a suponer la pérdida de derechos. Pero lo considera esencial para redirigir la nave, sacarla del océano de deudas en el que ha soportado todo tipo de tempestades, bordeando en muchas ocasiones el naufragio. "El Murcia está vivo de milagro", dice Felipe Moreno, quien se ha grabado una frase que orienta ahora todos sus pasos tendentes a limpiar al club grana de deudas: "¿Lo permite la ley? Pues entonces, para adelante". Y no oculta los sacrificios que contiene el plan de reestructuración, pero recuerda que el primer perjudicado es él, al perder todo el capital aportado hasta octubre. Varios millones de euros que también quedarán reducidos a cero una vez sea homologado judicialmente el plan de reestructuración. Sí, su ejecución tendría un coste insoslayable. El Murcia será el primer club en España que utilizará esta nueva herramienta legal. El trabajo fecundo de Higinio Pérez y Andrés López le dará al club grana la oportunidad tener una vida mejor, libre de pesadillas. Sin apremios ni carreras para hacer un torniquete que evite que el club se desangre. Con el riesgo de liquidación que tantos desvelos ha causado al murcianismo. Con acreedores armados con dientes de tiburón listos a dar una dentellada mortal.
