El presidente del Real Murcia expondrá la realidad económica del club en la próxima junta de accionistas, que ya tiene fecha: 2 de octubre.
GREGORIO LEÓN
Eran rojos. Pero Felipe Moreno no los esperaba tan rojos. El presidente del Real Murcia sabía de la gravedad financiera de la entidad grana. Jamás ha enfrentado, en su larga vida empresarial, un desafío de tal magnitud. Nunca ha atacado una deuda de 30 millones de euros, con las Administraciones Públicas dispuestas a dejar caer la guillotina en cualquier momento. Pero los números aún son peores de los que pensaba encontrarse. Con la auditoría prácticamente terminada, la desviación presupuestaria del último ejercicio económico ronda el 1'6 millones de euros, según aseguran a Onda Regional personas de su equipo jurídico-económico. Una cantidad superior a la contemplada por Felipe Moreno y su equipo directivo, y de la que discrepa Agustín Ramos, que defiende la pureza de su gestión y opone datos que apuntan en la dirección contraria: la temporada acabó con superávit.
La gestión de Moreno se ha encontrado con sorpresas en el camino. Hasta tres embargos nuevos han llegado a las oficinas del club, uno de ellos consecuencia de una reclamación de Kabous, exjugador grana, y otros dos, de cuantía sensiblemente inferior, que deberá afrontar la entidad.
La realidad cruda será expuesta en la próxima junta de accionistas, que ya tiene fecha: 2 de octubre. Ahí, sin ambages ni anestesia, sin blanqueamientos, el Consejo de Administración va a hacer públicos los datos económicos resultantes de la radiografía total del Murcia.
Y mientras Felipe Moreno va cerrando heridas que vienen del pasado, cercano o remoto, sigue atendiendo sus propios compromisos. Julio y agosto han supuesto un desembolso total de 200.000 euros, para cumplir con el calendario de pagos establecido con la Seguridad Social.
Y si los números económicos preocupan al presidente del Real Murcia, los deportivos le dibujan una sonrisa en el rostro. Le pidió el sábado a los jugadores en Pinatar Arena que ganaran el primer partido, que el Murcia era un equipo puntero y que debía demostrarlo desde la jornada inaugural. Dicho y hecho. Moreno se muestra muy complacido por la plantilla que ha diseñado Javier Recio, y convencido de que Gustavo Munúa (al que agradece el esfuerzo que ha hecho para bajar a Primera RFEF, teniendo otras propuestas de mayor potencia económica) cumplirá con el objetivo marcado.