El extécnico del Burgos llega al banquillo del Cartagena, con la exigencia inicial de sacar al equipo de la zona de descenso. Calero fue ayudante de Fernando Hierro en el Mundial de 2018
GREGORIOLEÓN
El Cartagena cambia de perfil para superar su depresión. O regresa a un perfil que le dio resultados óptimos: un exjugador, de relevancia limitada, que ha tenido más recorrido en los banquillos que vestido de corto. Así fue Luis Carrión. Y así es Julián Calero, a quien Francisco Belmonte y Manuel Sánchez Breis le han encomendado la tarea de rescatar al equipo de la zona tenebrosa a la que se ha precipitado. El club da un giro. Calero nada tiene que ver con la popularidad de Víctor Sánchez del Amo. Busca en él un profesional capaz de conectar plenamente con los futbolistas, sin soberbias. Sin arrogancias. Un currante humilde. Capaz de encontrar nutritiva la mortadela cuando no te puedes permitir el caviar. El ya nuevo entrenador del Cartagena ha sabido trabajar a la sombra de nombres más luminosos, como Julen Lopetegui en el Oporto y Fernando Hierro en el Oviedo y en la selección española.
En el Burgos quedó acreditada su solvencia, y solo al tercer año cerró su etapa en el equipo castellano.
Rusia, Emiratos Árabes, Portugal... Un Phileas Fogg de los banquillos
Nacido en Parla, Julián Calero ha vivido todo tipo de experiencias, en clubes muy diferentes. Trabajó para el Atlético de Madrid, el Rayo Vallecano (como ayudante de Míchel, hoy exitoso entrenador del Girona), el Real Madrid... el nuevo técnico del Cartagena siempre ha tenido las maletas preparadas, listo para la aventura. Fue así como acabó en el Al Jazira de los Emiratos Árabes, junto a Luis Milla, o en el Volga Nizhny Novgorod ruso.
Del CD Nido al Cartagena
Pero hay que rastrear más atrás y rebobinar mucho la cinta para encontrar el origen, que está junto a la calle San Blas, donde jugaba el CD Nido. Ese fue el primer equipo del Julián Calero jugador, cuando era un niño. Luego pasó por la Peña del Calderillo, Peña Atlético Becerra y Rayo de Parla. La AD Parla pagó 200.000 pesetas por ficharlo, cuando ya era juvenil. Su carrera continuó en otros equipos de la Comunidad madrileña, como el Fuenlabrada, Coslada, Alcalá, Pinto, Valdemoro... Fernando Hierro, que ya lo había llamado para ayudarle en el Oviedo, se vio de forma inopinada con la responsabilidad de dirigir a la selección española en el Mundial de Rusia 2018, ante la abrupta caída de Julen Lopetegui, despedido de forma fulminante por Luis Rubiales. Y Calero vivió aquella experiencia mundialista. Ahora, cinco años después, llega al Cartagena.
