El Real Murcia va a celebrar encuentros con sus accionistas para explicarles la nueva fórmula mercantil que permitiría al club rebajar su deuda privada. Algunos se oponen, al limitar sus derechos.
GREGORIO LEÓN
La operación-acordeón diseñada por el equipo jurídico-económico de Felipe Moreno puede encontrar contestación en grandes accionistas de la entidad. La herramienta mercantil de la que se quiere valer el actual Consejo de Administración para reducir al máximo la deuda privada tiene contraindicaciones que han puesto en alerta a poseedores de títulos del Real Murcia. En pocas palabras, la operación baja el capital a cero, y desde esa posición, capitalizar de nuevo el club. Una fórmula a la que la entidad grana se puede acoger legalmente, dada su situación de incapacidad para ingresar más de lo que gasta. El Juzgado de lo Mercantil deberá aprobar la adopción de tal medida. Pero antes debe pasar el filtro de una junta de accionistas.
KBusiness está esperando explicaciones precisas del club, más allá de las informaciones periodísticas sobre este nuevo procedimiento que tienen encima de la mesa sus abogados y economistas. Pero lo ven innecesario. Con la sociedad trabada por el fondo de maniobra negativo que aparece en sus cuentas, en situación objetiva de causa de disolución, podría pedir un plan de reestructuración de deuda sin dejar su capital a cero, medida extrema que, según KBusiness, diluye las aportaciones hechas por accionistas, grandes y pequeños, de la entidad en momentos de máxima dificultad, a un paso de su extinción. Dichas aportaciones quedarían diluidas. El Murcia desliza que este plan tiene un segundo paso, que otorga un derecho preferente de suscripción de acciones a esos accionistas que en su día adquirieron un trozo de la sociedad. KBusiness, en cualquier caso, no manifiesta ya mismo su voto negativo a tal plan. Quiere conocerlo en profundidad para calibrarlo y poder aprobarlo o desaprobarlo en la junta correspondiente.
En la misma línea de pensamiento que KBusiness se posiciona Agustín Ramos, quien posee aún 600.000 euros de capital social. Una cantidad que perdería su valor.
Otros accionistas ven fallas e incongruencias en las cuentas que el club presentará el próximo 10 de octubre, y juzgan equivocada la depreciación de inmovilizado en 900.000 euros por el uso comercial del nombre del estadio, rebautizado como Enrique Roca Nueva Condomina o Enrique Roca de Murcia desde hace unos años, y tampoco entienden que uno de los puntos del orden del día, el tercero, sea la censura (y en su caso), aprobación de la gestión de los administradores, en referencia al trabajo llevado a cabo por Agustín Ramos y su entonces equipo de gobierno.
El Real Murcia, con un afán didáctico, ya ha iniciado contactos y reuniones preliminares con grupos de accionistas para explicarles al detalle el plan de reestructuración que pretende sacar adelante la entidad. La operación-acordeón, como se le conoce popularmente en la jerga mercantil. El club intenta impregnar de lógica su aplicación: si se le pide un esfuerzo a los acreedores, que puede llegar al 80 por 100, en igual medida deben apretarse el cinturón los propios accionistas del Murcia, de tal manera que prime su supervivencia y estabilidad futuras a los intereses individuales.