El mediocentro tuvo de nuevo su oportunidad en el Amorebieta-Cartagena. Reconoce que con Julián Calero "hay más intensidad, es distinto a Víctor, ni mejor ni peor" y espera que "vuelva a ser un fortín el Cartagonova"
Mikel Rico entró en el tramo final del Cartagena-Eldense. Desde entonces, con Víctor Sánchez del Amo como entrenador, quedó en un segundo plano. Llegó Julián Calero y el nuevo técnico volvió a darle la oportunidad en el choque ante el Amorebieta en Lezama. Mostraba su ilusión y reconocía que "cuando en siete partidos juegas 16 minutos y en el resto casi ni calientas pues le das vueltas a la cabeza. He intentado mantenerme equilibrado. No puedes ayudar desde dentro, no fue fácil".
Reconoce el experimentado mediocentro que ahora "el día a día es más intenso. Ha cambiado la actitud. Julián Calero es diferente a Víctor, ni mejor ni peor, distinto". El primer reto es derrotar este jueves al Espanyol, "tenemos que convertir el Cartagonova en un fortín de nuevo" y lamentaba que un partido de tanta envergadura se dispute entre semana".