El delantero soriano, que ha debutado marcando ya con el Real Murcia, alaba a Gustavo Munúa y considera que era esencial arrancar la temporada ganando.
GREGORIO LEÓN
Fue uno de los fichajes más celebrados por la afición del Real Murcia. Desde que su nombre se asoció al equipo grana, las expectativas se dispararon. Y aunque tenía alguna proposición de Segunda, acabó vistiéndose de grana. Ayer, con su capacidad intuitiva, cazó en el primer palo un balón enviado por Marc Baró. Era el empate, que abrió un mundo de posibilidades. Luego llegaría el gol de Álex Rubio para que el Murcia se llevara todo el botín de los Nuevos Cármenes. Es Rodri Ríos, el señor del gol.
Los veinte tantos que firmó en el Ceuta lo convirtieron en una pieza muy apetecible en el mercado de operaciones. Javier Recio le apretó. Y Gustavo Munúa acabó de persuadirlo.
El delantero soriano, aun sabiendo de las exigencias que trae la nueva temporada, pide paciencia a la afición.
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