El tenista murciano cayó ante el búlgaro Dimitrov (7-5, 2-6 y 4-6) en los octavos de final del Masters 1.000 de Shanghái.
GREGORIO LEÓN
Shanghái se queda sin estrellas. Las mejores raquetas están siendo eliminadas. Daniil Medvedev fue el primero. Luego le tocó a Jannik Sinner. Y aunque Carlos Alcaraz veía cómo a muchos de sus vecinos se les afeitaba la barba, no supo percibir esas señales. Y Grigor Dimotriv, que nunca le había ganado, se cobró todas las venganzas y lo ha expulsado de este Masters 1.000 que aparecía para el murciano como una oportunidad extraordinaria para acercarse a Djokovic. Las opciones de que Carlitos acabe número 1 del mundo se difuminan. Djokovic, sin jugar, sonríe. Soberano en la cumbre.
Tuvo Carlitos que nadar ya contra corriente en la primera manga, que se le complicó de manera extraordinaria al encontrarse en el quinto juego con un break del búlgaro. Las dificultades fueron creciendo. 3-5 abajo. Y servicio en poder de Dimitrov para anotarse el set. Pero al resto, demostrando las capacidades extraordinarias que ha ganado en este 2023, salvó la situación. Y acabó volteándola por completo, luego de siete juegos consecutivos.
Pero el aviso de que el búlgaro era altamente peligroso no lo interpretó adecuadamente Alcaraz, que se encontró con un doble break en el segundo capítulo. Y ya no tuvo capacidad de respuesta. Con once errores no forzados, y un descenso de sus primeros servicios del 65 por 100, invitó a Dimitrov a sumar puntos al resto. Empezaba otro partido.
Con un tenis de altísimas prestaciones que no dejaba espacio para el error, el búlgaro fue a lo suyo. Ya en el primer juego protagonizó una ruptura de servicio. Que fue irremontable para Alcaraz, víctima del juego superior del rival y de sus propios errores.